Pepe, el pequeño saltamontes tenía un gran sueño, poder
alcanzar algún día el cielo azul.
Cada mañana se preparaba para ello. Comenzó saltando las
flores del jardín, luego la valla del parque, más tarde se atrevió con el
tejado así todas las mañanas hasta que llegaba la noche.
Durante las noches, se quedaba dormido mirando al cielo con
la esperanza de algún día llegar a él.
Un día mientras estaba practicando, vio a unos niños jugando
con un objeto muy extraño, al que ellos llamaban globo, que cuando lo soltaban
subía al cielo, sin pensárselo dos veces fue dando saltitos y rápidamente se
agarró a uno antes de que el niño lo soltara.
Así fue como pepe consiguió llegar al cielo azul.