Llego el día de las olimpiadas. Todos
llevaban meses preparándolas y por ello estaban muy nerviosos porque todos
querían ganar. Entre los participantes se encontraban: la familia de los
guepardos, la familia de las gacelas, también participaban la familia de los
avestruces y la familia de los elefantes.
Tras varias pruebas, todos los equipos
estaban muy igualados y la tensión aumentaba para la última prueba, la prueba
de relevos, la cual consistía en ir pasando el relevo al compañero hasta llegar
a la meta. Todos los equipos se pusieron a calentar los músculos menos los
guepardos que ya se sentían ganadores y se burlaban de los demás equipos.
Una vez comenzada la carrera, todas las
familias se iban pasando el relevo los unos a los otros, excepto los guepardos
que compitieron individualmente porque cada uno quería ser el ganador.
Al terminar la carrera los guepardos no
entendían porque habían sido los últimos en llegar, así que fueron a preguntar a las Gacelas, que
habían sido las ganadoras, qué habían hecho para ganar, su respuesta fue que
ellas habían trabajado juntas y por eso había ganado todo el equipo.
Moraleja: Si nos programamos para fracasar, fracasaremos. Si nos
mentalizamos para ganar, ganaremos.
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