martes, 17 de noviembre de 2015

La historia de Botón.

Hoy, quiero relatar mi historia, ya que no es una historia cualquiera, porque yo no soy cualquier objeto, soy un botón y quiero que conozcáis la vida y el día a día de un botón ya que no es muy común que alguien cuente mi historia.
Mi rutina diaria es estar siempre en el mismo sitio, en el primer ojal de una camisa de cuadros. Pero no siempre estoy encima de la misma persona porque antes de que alguien  compre esa prenda la gente se lo prueba en la tienda, y eso es lo que mas me gusta, el momento de estar en distintas personas porque aunque sea la misma prenda se lo prueban personas muy diferentes tanto fisicamente como en la forma de vestir.
Hasta que llega el día más esperado para todos nosotros, el día en el que alguien compra la camisa en la que estamos todos mis amigos y yo. A veces pensamos si será el dueño adecuado, si nos tratará bien, si no nos dejará en el suelo para luego pisarnos y así sucesivas preguntas que nos hacemos todos los botones.
Ese día cambia tu vida por completo, pasas de estar en una tienda a estar en una casa. Cuando sales de la tienda, sales en una bolsa donde no se ve nada. Pero llegará un día en el que tu dueño te estrenará y ese día empezarás a ver la calle, la gente, la familia de tu dueño, sus amigos...
Y así día tras día a veces viendo caras nuevas, otras veces viendo las mismas de siempre pero es algo que me gusta. Todo acaba para nosotros cuando nuestro dueño ya se ha cansado de esa camisa y puede hacer dos cosas completamente distintas: la primera es que nos corte a mis compañeros y a mi de la camisa para reciclarnos y ponernos en otra prenda distinta cosa que hace mucha gente y la segunda opción y más dolorosa para todos nosotros es que nos tire a la basura... y aquí acabaría mi historia.



Inés Aspíroz.

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