jueves, 19 de noviembre de 2015

Las hadas del río.

Todos los veranos María va al pueblo donde nacieron sus padres, a ella le encanta ir porque ahí se baña en el río con sus amigos, se lo pasa siempre genial. Una tarde María estaba un poco triste porque no iba a ver a sus amigos en todo el verano. Como estaba muy aburrida decidió ir a dar un paseo hasta el río, se sentó en la piedra más grande que había y se quedó mirando fijamente el agua mientras pensaba en silencio cuando de repente ZAS! vio algo que brillaba en el fondo del río .
Metió la mano lentamente y cogió muy despacito lo que brillaba. Se llevó una gran sorpresa cuando al abrir la mano vio que había un hada muy pequeña con sus alas relucientes y brillantes, y le empezó a hablar:
Hada: Hola, soy el hada del río y me llamo Cantarina.
María: Hola hada, yo soy María,  ? qué hacías en el agua?
Hada Catalina: Somos cuatro hadas y nos encargamos de mantener limpio el agua del río y quisiera que tú me ayudases a convencer a las personas que no tiren la basura al río porque si no los animales, las plantas y nosotros nos moriremos.
María: vale yo lo intentaré. Y ? a qué os dedicáis cada hada?
Hada Catalina: Azulina se encarga de que el agua este limpia, Verdina da de comer a todos los animales del río, y por último Rosita se encargan de mantener sanas las plantas y las flores, y yo como te he dicho antes me dedico a llevar el agua de un lado a otro cantando.
Desde aquel día María decidió ayudar a las hadas del río y cada vez que volvía al pueblo lo primero que hacía era ir al río a ver a sus amigas las hadas, con ellas jugaba, nadaba y cantaban muy alegres.
Las hadas estaban muy felices de que los animales y las plantas del río podían vivir en el agua limpia.


Fotos del material realizado para este cuento:





Inés Aspíroz.

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